El desapego, la fe y el amor son los pilares sobre los cuales descansa la paz. De estos, la fe es esencial, pues sin ella, la práctica espiritual es un rito vacío. Sólo el desapego puede hacer la práctica espiritual efectiva y el amor lleva rápidamente a Dios. La fe alimenta la agonía de la separación de Dios. El desapego la canaliza por el sendero hacia Dios, y el amor alumbra el camino. Dios le entregará lo que necesite y merece, no necesitan pedirlo, ni quejarse. Estén contentos y agradecidos por lo que sea que suceda, donde quiera que suceda. Nada puede suceder en contra de su Voluntad.
SATHYA SAI BABA
1 comentario:
me encanto, salud. muchas gracias por poner estas cosas tan bonitas que nos hacen pensar. un saludo mary
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