El Reiki utiliza un número determinado de símbolos como acceso a nuestros distintos cuerpos: físico, mental, emocional y espiritual. Estos símbolos se van aprendiendo poco a poco según el grado de iniciación del aprendiz.
Para poder utilizar esta energía del Universo hay que seguir un camino de iniciación, que nos conduce a valorar en la medida que corresponde lo que sale de nuestras manos. Lo primero que se produce en el futuro sanador es un desbloqueo de su propia energía ki, limpiando todos los canales energéticos de su cuerpo y abriendo la puerta para poder ser un canal salutífero adecuado. Otro premio inmediato que recibe, es la disminución de deuda kármica, una recompensa por su entrega desde ese momento al servicio al prójimo.
Es muy recomendable que activen su Reiki aquellos que tengan algún tipo de dolencia física por dos razones: una porque esta iniciación produce una elevación de su frecuencia vibratoria, muy beneficiosa para su salud, y segunda porque de esta manera uno mismo puede ser causa y efecto de su propio camino vital: yo me enfermo, yo me sano.
Reiki no tiene ningún tipo de efectos secundarios ni contraindicaciones. Puede hacerse a niños, ancianos, incluso a nuestros animales domésticos y a nuestras plantas. Puedes impregnar tus alimentos diarios con Reiki y podemos enviarlo a cualquier parte del mundo donde se necesite.
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