jueves, 21 de enero de 2016

¿QUÉ SON LAS FLORES DE BACH?










En el año 1886 nace en Inglaterra Edward Bach, doctor en medicina por la Universidad de Birmingham y que siempre persiguió la idea de que en el tratamiento del enfermo, tiene más importancia su estado emocional que el cuerpo. Comprendió que la visión que tenga el paciente de la vida, sus emociones, sus patrones mentales, sus errores, sus motivaciones, son los condicionantes que determinarán la evolución de la enfermedad. En todos los casos comprobó que los enfermos que tienen alicientes mejoran mucho antes que los tristes y deprimidos.

Después de pasar por la medicina alopática (la que entendemos como occidental) y descubrir además dentro de la disciplina homeopática 7 vacunas intestinales que todavía hoy se utilizan con éxito, el Dr. Bach inició una investigación para lograr un tipo de cura que sobre todo, no fuera agresiva hacia el paciente y fuera totalmente natural, sin productos químicos que alteraran la naturaleza del ser humano.

Entre los años 1930 y 1935  el Dr. Bach descubre y prepara lo que sería su gran obra maestra, que podría ser definida como una medicina holística, energética, que extrae su energía curativa de 38 elixires florales de plantas y árboles, predominantemente silvestres. Su eficacia, carencia de contraindicaciones y efectos adversos, la hacen cada día más recomendable. A todo esto hay que añadir una relativa sencillez en su manejo, que no debe ser confundida con superficialidad en su estudio y praxis, hecho que ocurre con bastante frecuencia.

Esta disciplina opera en todos los planos vitales del ser humano, emocional, mental, físico y espiritual, ayudando a corregir patrones negativos que han generado o generarán las enfermedades.



Al ser una terapia holística (que cubre todos los aspectos de la naturaleza humana), puede ayudar en el tratamiento de todas las enfermedades en todos sus estadios, ya sea sola o con otras terapias (incluida la alopática), abarcando desde los síntomas físicos más materiales hasta los trastornos sutiles más incipientes que a posteriori generarán la enfermedad somática (física) o psíquica.

Hay diversos motivos que han contribuido a que la terapia floral sea cada vez más conocida, entre los que podemos citar:

  1. Carencia de efectos secundarios
  2. Compatibilidad con cualquier medicación y terapia
  3. Bajo coste del tratamiento
  4. Ser totalmente natural
  5. Imposibilidad de sobredosificación
  6. Relativa facilidad de manejo y aprendizaje
  7. Seguridad avalada por más de 60 años de uso
  8. Actuación en la causa real de la enfermedad
  9. Instrumento de evolución personal indiscutible
  10. Importante papel preventivo 


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