Es muy representativo cuando se inicia algún taller o curso, que la mayoría de los asistentes comenten, primero que desde los tiempos del colegio no pintan ni colorean y segundo, que se disculpen anticipadamente por carecer de creatividad y de inspiración. Son barreras psicológicas que hay que ir eliminando poco a poco a través de la motivación y la diversión.
Una vez superado este período de "timidez creativa" empiezan a dar rienda suelta a su imaginación y es cuando surgen esas creaciones maravillosas que todos llevamos dentro.
Aquí os dejo una muestra de algunos mandalas "primerizos" realizados por ellos durante las clases. Espero que os gusten y emocionen tanto como a mí.
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