El descubrimiento de las 38 hierbas curativas descubiertas por el Doctor Edward Bach a principios del siglo XX, me parece un gran milagro que une, por un lado, el poder de Dios manifiesto en una naturaleza prodigiosa y por otro, la sabiduría del ser humano cuando la conciencia está en perfecta sincronía con lo que le rodea.
Como mujer, muchas veces he dudado si soy yo la que domino mis emociones o mis emociones son las que me dominan a mí. A menudo no lo tengo nada claro.
Hemos abandonado
Esto me hace creer que el Dr. Bach fue un visionario. Él supo cuán importante iba a ser para el género humano pasar de las emociones (3ª dimensión) a los sentimientos (4ª dimensión) con el fin de conseguir aprender la lección que nuestra alma ha venido a buscar en cada una de nuestras vidas.
Me hace gracia los que piensan que este método está “obsoleto” y anticuado porque hayan sido creadas nuevas esencias florales. Cuando esté fuera de uso buscar el amor cósmico (Holly) o el amor incondicional al prójimo (Chicory), o el servicio a los demás de una manera asertiva (Centaury), o no sentirse culpable por nuestros pensamientos, palabra o acción (Pine), en fin, cuando todos estos arquetipos que han acompañado a la humanidad desde el principio de los tiempos se consideren erradicados, entonces, podremos decir que la terapia floral del Dr. Bach es, no sólo obsoleta, sino inservible.
En estos últimos tiempos, siento que es totalmente necesaria una curación y tratamiento de nuestras emociones con el fin de conseguir una estabilidad que nos aleje de miedos, dudas, preocupaciones y “crisis” inventadas por aquellos que no quieren dejarnos “desenredar” de la tela de araña tejida por personas y entidades que se alimentan precisamente de nuestras peores emociones. No les cedamos nuestro propio poder.
Si quieres saber algo más de este método, lee el artículo de nuestro blog escrito el 21 de febrero de este año titulado ¿qué son las Flores de Bach?.
Salud Zárate
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