lunes, 4 de julio de 2011

CONSTELACIONES FAMILIARES

Las redes familiares y los órdenes del Amor

Nacemos en una familia amplia y concreta, dónde todos somos hijos y allí pertenecemos, nos guste o no. En nuestra vida diaria, estamos continuamente interactuando con un montón de personas, animales u objetos, y a veces esto nos resulta insoportable, agotador, incluso nos lleva a enfermarnos, ya que muchas veces llevamos una “carga” que ni siquiera nos pertenece pero de alguna manera, lo cargamos nosotros, por Amor.

A veces el Amor no es sano y nos trunca la vida, ya que no cumple los órdenes para que la vida fluya con fuerza.

Y así nos encontramos con diferentes casos, una mujer o un hombre que no tiene pareja y que con las personas con las que había mantenido una relación, después de los maravillosos momentos iniciales, vuelven a sentir lo mismo que con la pareja anterior. Por ejemplo un caso de una mujer que su padre murió cuando ella tenía 12 años, y su alma de niña se quedo ahí enfada por la incomprensión de la muerte del padre. Más tarde ya en la cuarentena, se ve que sique soltera y sin pareja y enfadada con el mundo. Si miramos en la profundidad ahí hay algo no resuelto, ya que los duelos son difíciles por su gran dolor, y además un niño no tiene todavía herramientas para afrontar estos acontecimientos e incluso a veces ese trauma de una muerte sobre todo si es temprana, como por ejemplo la muerte de un hermano o un hijo, también nos deja en un estado tan doloroso que muchas veces lo olvidamos para poder seguir, pero en realidad esto nos frena.

También nos podemos encontrar con un hombre que cada vez que está llegando a la cima del éxito, sufre un accidente y se fractura algún hueso del cuerpo y entonces no termina de triunfar en su profesión. Y al mirar en su sistema familiar, reconocemos a un hermano olvidado que murió de bebé cuando él tenía 7 años, y él se ha quedado identificado con ese hermano que no pudo mantener la vida.

Las mujeres a veces se sienten que no pueden más, que no tienen energía, en muchos casos miramos a su sistema actual y nos encontramos con un niño no nacido, más comúnmente con el nombre de ‘aborto’. Y por lo general, no es tenido en cuenta, por el dolor o por la culpa, se olvida, con lo que este “olvido” se vuelve a incluir, por el orden de la pertenencia donde todos forman parte, o bien en la mujer o en alguno de sus hijos si es que los tiene, uno se identifica con ese hijo no nacido y todo en la vida le cuesta horrores. Al no tenerlo en cuenta, seguramente incluso los hermanos no saben de la existencia de ese hermano no nacido, lo sienten y lo manifiestan en sus vidas de una manera inconsciente, quizás a través de alguna enfermedad.

Hay enfermedades, por ejemplo, la anorexia y o bulimia, donde comer significa ”me quedo” y hacer ayuno significa “me voy”. Al observar vemos que hay distintas dinámicas de fondo, cuando como me quedo y cuando el escupo me voy. Estas enfermedades tienen que ver con la fidelidad hacia los padres. En estos casos, el trasfondo puede ser la madre que dice, “lo que proviene del padre, no sirve”. Y entonces nos quedamos por la madre y nos vamos por el padre, somos fieles a los dos.

Cuando trabajamos estos desordenes en una constelación familiar, lo que podemos ver es cuál es ese trasfondo que nos mantiene fuera de nuestro lugar, y al ver el porqué de nuestro pesar, intentando reconocer lo que fue y lo que es, entonces puede darse una solución, una nueva mirada y quizás también la solución.

El sistema familiar de cada uno de nosotros es muy amplio y dentro de cada sistema familiar cabe cualquier movimiento, cualquier destino, desde la vida hasta la muerte, hay un amplio abanico según la suerte que le corresponda a cada sistema, para mantener las premisas de “los órdenes del Amor”.

Con el descubrimiento de los órdenes del Amor, del octogenario Bert Hellinger, tenemos una maravillosa herramienta para nuestra vida, ya que estos órdenes son para todos nosotros. Está el orden de la pertenencia, donde se incluyen todos, hijos, padres, hermanos, abuelos, estén vivos o muertos. También pertenecen los novios anteriores que fueron importantes. Luego también está el orden del equilibrio entre el dar y el tomar “recibir”. Los únicos a los que no se les puede devolver es a los padres, ya que ellos nos brindan el mayor de los regalos, la vida. Para la pareja la manera es devolver, de lo bueno un poquito más y de lo malo un poquito menos. Y entonces hay equilibrio, para continuar. Y el otro orden, es precisamente el orden, los que llegaron antes están primero, entonces ellos son los grandes y los que llegaron después son los pequeños, cuando nos saltamos este orden, consciente o inconscientemente, nos salimos del lugar que ocupamos dentro de nuestros sistema familiar y todo de se enreda. Teniendo en cuenta estas “leyes” podemos mirar a nuestras familias y hacer una pequeña reflexión. ¿Qué lugar ocupo yo?

El trabajo de constelaciones familiares te permite ver esa red que abarca a tu sistema familiar y te permite ver, qué lugar estás ocupando tú.


Rosario López Amor.
Formada en Constelaciones Familiares y Sistémicas
Escuela Constelalma, Tenerife.

www.constelalma.com

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